Vivir la misión como una realidad cotidiana (Laicos de la Familia Chevalier)
Asamblea de Laicos de la Familia Chevalier. Cebú 2024 (Filipinas)
Silvia y Ana, miembros del grupo de Laicos MSC de Madrid, han participado en la Asamblea de Laicos de la Familia Chevalier. Esta es una de las ramas que el mismo P. Julio fundó junto a las de religiosos y religiosas. Ambas han querido compartir sus sensaciones, vivencias y aprendizajes en Filipinas, unos días llenos de mensajes.
Por: Ana Roldán y Silvia González del Amo
Para empezar nuestra reflexión sobre la vivencia experimentada en Cebú (Filipinas), traemos una cita del Papa. Refleja lo que se siente tras estar y compartir allí con los miembros de la Familia Chevalier: “La fe es una fuerza de vida, da plenitud a nuestra humanidad, y quien cree en Cristo se debe reconocer, porque promueve la vida en cada situación, para hacer experimentar a todos, especialmente a los más débiles, el amor de Dios que libera y salva”. (S.S. Francisco, 28 de junio de 2015). Pues bien, es a esto a lo que se dedican los Misioneros del Sagrado Corazón, en todos sus ámbitos, tanto los religiosos como nosotras, laicas y laicos. El encuentro mostró el interés por hacerlo, por parte de todas las personas que asistimos, independientemente de culturas y caminos para llegar a esa preciada meta: ‘Un Corazón y Una Casa Común’, el lema del encuentro… ¡cumplido!
Multiculturalidad. La diversidad de colores, costumbres, caracteres ha sido apabullante y, sin embargo, ahí estábamos, remando en unidad, aportando nuestras ideas y experiencias en torno a una meta común. Tras esta experiencia me pregunto (Silvia): ¿Quién va a poder parar esto si estamos convencidos de ello?, la unión hace la fuerza. A mí (Ana), lo que más me ha llamado la atención en estos días ha sido la multiculturalidad de lenguas y países, todos con un centro común: El amor al Sagrado Corazón de Jesús. Cada cual, con sus costumbres, su carisma, ha contribuido de manera distinta, pero, a la vez, con sus eucaristías particulares, llenas de fuerza del Amor de Dios.
En este sentido, el mensaje del P. Abzalón (Superior General de los MSC) fue muy claro, inconfundible y seguro: “Sois los laicos los que tenéis el futuro de la Misión en vuestras manos y la responsabilidad de crecer en el Amor”. También insistió en prescindir del concepto ‘Guía Espiritual’ y pasar a denominarlo ‘Acompañante Espiritual’, haciendo hincapié en que la persona que nos acompaña en esta formación, ya sea religioso o laico, es quien hace con el resto del grupo el camino, sin actitud de mando, sino de servicio. Insistió en que no debe haber jerarquía alguna entre religiosos y laicos. No tuvo problema alguno en lanzar este mensaje de forma clara y directa en la homilía que celebró en la Catedral de Cebú, en plenas fiestas patronales, dedicadas a El Niño de Cebú.
Somos Uno. Este principio de igualdad, se reflejó también con claridad en la misa que organizamos las representaciones de Europa, presidida por el P. Mark, de Bélgica, algo que nos sorprendió a ambas. Todo el grupo, con él en el altar, participamos de la Eucaristía del Pan y el Vino e impartimos, también junto él, las bendiciones. Fue increíble, nosotras estábamos francamente impresionadas. La vivencia de ese momento fue para mí (Silvia) determinante: ‘Yo puedo, Tú puedes, Nosotras podemos cambiar el Mundo’. Igualmente me ha marcado muchísimo la representación europea de la que hemos sido parte. El P. Mark, con una humanidad arrolladora, ha sido un reflejo de espiritualidad y misión a imitar. Su mensaje profundo y su puesta en escena austera ha calado en mi corazón. Tenemos que ponernos en acción para ayudar las personas más próximas, empatizando con ellas y apoyándolas fraternalmente: ‘Ser el Corazón de Dios allí donde estemos’.
Donde la vida clama. Otro hallazgo ha sido Rita, la hasta ahora coordinadora de Laicos de la región de Europa, por su humildad, buen hacer y sensibilidad que han sido un ejemplo a imitar. Ella nos habló sobre el ‘Ministerio de la Presencia’, actitud en la que participa activamente en Bélgica, consistente en aportar cercanía, compasión y ternura a quien más lo necesita, para que no se sientan en soledad e inexistentes: ‘El Camino al Corazón nos lleva al Corazón del Mundo’. Para mí (Ana), ha sido una buena experiencia en todos los sentidos, tanto en la fuerza de los mensajes sobre el egoísmo, la indiferencia y este del ‘Ministerio de la presencia’, respecto a la soledad y la exclusión social…: ¿Cómo podemos empatizar con las personas más pobres?, ¿cuál es la verdadera razón de nuestra pobreza espiritual?
Del mismo modo que aprender cómo en otros países están luchando frente a la emergencia climática, frente al clamor de nuestra Madre Tierra que dice, ¡basta ya! Por eso, otro aspecto a destacar ha sido lo referente a la encíclica ‘Laudato, Sí’. Sobre la base de que no podemos arrasar la creación divina, ni explotarla, para beneficios particulares a costa del medio y de personas vulnerables, hemos escuchado estupendas presentaciones sobre el tema. La tecnología, el mayor consumismo, el desperdicio y la cultura del usar y tirar ya no tienen cabida en nuestro mundo, si queremos seguir en él. En palabras del papa Francisco: “Si nosotros destruimos la Creación, la creación nos destruirá a nosotros”.
- Madre y Maestra. Laicos de la Familia Chevalier. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC
Yo (Silvia) destaco la labor del Padre filipino Rich, quien dejó su congregación para convivir con los campesinos necesitados al objeto de crear el ‘Centro MSC para los Pobres’, con un claro objetivo de concienciación medioambiental desde el apoyo a los agricultores. Su mensaje más impactante para mí ha sido: ‘No se trata de ser el mejor sino de ser el Primero. ¡Actúa!
Pero lo que más me ha emocionado a mí (Ana) han sido las personas, su forma de ser, de sentir y de transmitir, el P. Rich, el Hno. Boni, P. Hanks, P. Abzalón, Rita Cleuren…, nuestros compañeros europeos… generosos y todos como uno solo, así se ha visto a Europa, de lo cual me alegro mucho porque me gustaría que se viera así en todos los sentidos… por el carisma de esta gente y por el conocimiento en especial de Silvia, llena de espiritualidad, convicción y encanto.
Futuro esperanzador. Asimismo, hemos tenido debates y puestas en común de aspectos a mejorar en nuestras congregaciones locales. Esta representación española que nos habéis dado el honor de ostentar en Cebú, llegó a la conclusión de proponer implantar en España dos mejoras de lo actualmente conocido por nosotras:
Primero, sobre ‘Laudato, Sí’: Concienciar a nuestra comunidad sobre la importancia de generar menos basura y evitar que ésta, al menos, contamine el medio. Para llevarlo a cabo, hemos preparado este eslogan: ‘La huella humana contamina, al menos que no deje rastro’. La idea es incluirlo en Madre y Maestra como una sección.
Segundo, una propuesta para profundizar en España sobre actividades de otros países: Nos ha llamado especialmente la atención lo avanzada que está la delegación europea en la técnica de la meditación. María Olimpia nos ha explicado y puesto en práctica cómo emplean en Alemania esta herramienta de conexión y comunión con la Espiritualidad de Cristo, en nosotros, y hemos experimentado lo reconfortante que es su práctica. Profundizar también en la ‘Misión’ y vivirla como una realidad diaria. Para llevarlo a cabo se nos ha ocurrido la posibilidad de generar un grupo de Laicos Voluntarios para atender necesidades concretas de acompañamiento de mayores y enfermos.
Una verdadera Familia. Y, por último, destacamos la sensación de inclusión y acogimiento que hemos tenido en este gran grupo, hemos debatido los Principios Generales de Laicos MSC y se nos ha escuchado con interés y tenido en cuenta. Nos han pedido encarecidamente más personas que puedan colaborar. Alison, reelegida como coordinadora internacional de Laicos de la Familia Chevalier, espera una propuesta de España en este sentido. Si sientes la llamada, únete a este movimiento misionero laical.
En conclusión, la experiencia ha sido altamente gratificante, nos ha producido una sensación de paz y tranquilidad increíble y volvemos con ganas de luchar y actuar para compartir y dar ejemplo de Misión. Acabo de leer (Ana) una frase en mi calendario-taco del Sagrado Corazón: “No importa lo fuerte que sea la tormenta, porque cuando estás con Dios, siempre hay un arco iris esperándote”. Decía el P. Julio Chevalier: “Los males de hoy son oportunidades para el futuro”, hay vida en movimiento. La familia Chevalier está ahí… no podemos desistir… religiosos y laicos, todos uno… han contribuido de manera distinta pero, a la vez igual… ¡¡¡Sencillamente, maravilloso!!!