«Granja dos Meninos» (Brasil)

«Estaremos atentos, como lo estaba nuestro Fundador, a los que sufren y a los que están en necesidad» (Const. MSC 21). Con esta idea en mente se creó este centro, para proporcionar una vida digna a la población infantil y juvenil de Itajubá, en Brasil.

Por: Hna. Janete de Fátima, FDNSC

En el Estado de Minas Gerais, junto a los de São Paulo y Río de Janeiro, en Brasil, se encuentra el Centro de Apoyo Nuestra Señora del Sagrado Corazón, al que también se conoce cariñosamente por la comunidad como la ‘Granja dos Meninos’. Un centro, fundado en octubre de 1948, dedicado a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad y en el que, este año, hemos estado celebrando nuestro 75 aniversario. El Centro fue creado por los Misioneros del Sagrado Corazón y construido en el terreno que un donante, Wenceslau Brás, entregó a la congregación, de hecho, el primer nombre que recibió la institución educativa fue el de ‘Granja Escola Wenceslau Neto’, en honor a su hijo.

Madre y Maestra. Hna. Janete de Fátima. Granja dos meninos. Itajubá. Minas Gerais. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC

Madre y Maestra. Hna. Janete de Fátima. Granja dos meninos. Itajubá. Minas Gerais. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC

Este proyecto de asistencia social a la infancia y la juventud, que ahora gestionamos y coordinamos las Hijas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, acoge a niños y niñas de entornos altamente desfavorecidos, algunos de ellos sin familia, hasta que cumplen la mayoría de edad a los 18 años. La obra ha ido creciendo y se ha convertido en una referencia en el entorno del municipio de Itajubá, en el que a través de su proyecto de ‘Servicio de Convivencia y Fortalecimiento de Vínculos’ el Centro de Apoyo Nuestra Señora del Sagrado Corazón cumple el objetivo de ayudar a todas las personas que atiende a fortalecer sus vínculos, así como proporcionar a los niños, adolescentes y jóvenes los recursos necesarios para que consigan su desarrollo integral. Mediante este trabajo, se fomenta y estimula el aprendizaje y se les proporcionan los conocimientos necesarios para su posterior vida laboral, mediante actividades socio-asistenciales, recreativas, deportivas, artísticas y de ocio, siempre respetando las diferencias individuales, en busca del pleno desarrollo de sus capacidades y potencialidades.

Madre y Maestra. Hna. Janete de Fátima. Granja dos meninos. Itajubá. Minas Gerais. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC

Madre y Maestra. Hna. Janete de Fátima. Granja dos meninos. Itajubá. Minas Gerais. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC

Hacer el bien… Desde la inspiración de las enseñanzas y el carisma del P. Julio Chevalier y partiendo de una visión global de la realidad y del entorno en el que se encuentra ubicada la entidad, así como de los barrios de su alrededor (Vila Poddis, Santa Luzia, Santo Antônio, Santa Helena, Vista Verde, Jardim Bernadete, Jardim das Palmeiras y Rebourgeon), donde existe un alto índice de tráfico de drogas, prostitución, violencia, delincuencia y pobreza, es necesario dar continuidad al proyecto, sobre todo, desde la perspectiva de las medidas socioeducativas. En este ambiente, la mayoría de las familias con las que trabajamos no tienen acceso al trabajo artesanal, en una cultura en la que el uso del lenguaje artístico es, sin duda, un vehículo de transformación de las concepciones sobre el desarrollo saludable de niños y adolescentes. Se trata de facilitar unos mecanismos alternativos y nada invasivos, para conseguir la construcción de nuevas perspectivas, sobre la base de una realidad tan sufriente.

En la actualidad, trabajamos con 200 menores, a día de hoy concretamente entre los 5 y los 14 años, repartidos en diferentes turnos y damos empleo a 16 personas. La mayoría de los menores llegan hasta el Centro de Apoyo por mediación de sus familiares o por indicación del Consejo Tutelar, el organismo público encargado del apoyo, protección y asistencia de niños, niñas y adolescentes. Generalmente, ambos padres trabajan y los menores no pueden quedarse solos en casa. Algunos niños tienen que quedar al cuidado de sus abuelos o de otras familias, muchas veces, porque sus padres son víctimas de las redes del narcotráfico, en otras ocasiones llegan a sufrir violencia en sus hogares, etc.

Educación integral. Hemos creado un trabajo articulado a través de proyectos con talleres, para los que es imprescindible la ayuda de voluntarios de diversas instituciones de la propia ciudad. Tenemos la mirada puesta desde una perspectiva ético-moral, que fomenta la autoestima, donde tratamos de ayudarles a desarrollar su propia identidad y también una actitud crítica y reflexiva ante lo que sucede en su entorno social, más o menos cercano. El Centro de Apoyo cultiva valores tan esenciales en la sociedad en la que viven como la solidaridad, la justicia, la igualdad, el respeto y el amor, que son elementos clave imprescindibles para el desarrollo social e integrador de los niños y adolescentes asistidos en nuestra institución.

Hemos creado un espacio dedicado a un huerto que cumple la función, por una parte, de educación y el fomento de una vida sana, y por otra, ayuda a proporcionar a los niños una alimentación saludable.

Una de nuestras actividades estrella es el taller de ajedrez. Con él conseguimos estimular su pensamiento lógico, activamos su concentración, a la vez que desarrollan la capacidad para tomar decisiones, agudizan la memoria, trabajan la paciencia y la capacidad de planificación, aumentando también la confianza en uno mismo, pero desde el respeto por el adversario.

La importancia de la salud. Otro de los grandes objetivos tiene que ver con la salud. No podemos dejar de lado su correcto desarrollo físico y uno de nuestros grandes empeños es el de mantener la calidad de alimentación que reciben en el Centro, proporcionando una comida adecuada y altamente nutritiva, con el firme convencimiento de que la alimentación proteica ayuda al desarrollo cognitivo y físico, sin lugar a dudas, una garantía de buena salud para estos niños y adolescentes que participan en el Centro de Apoyo Nuestra Señora del Sagrado Corazón.

Madre y Maestra. Hna. Janete de Fátima. Granja dos meninos. Itajubá. Minas Gerais. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC

En este sentido, contamos con nuestra propia panadería en el mismo Centro, donde, además, se imparten cursos de panadería y repostería a personas de la región. El objetivo de estos cursos no es otro que el de ofrecer a la población, a través una formación certificada, un medio para alcanzar la independencia financiera, que su entorno no es capaz de proporcionarles dado el ambiente precario en el que viven.

Siguiendo la misma línea, hemos creado un espacio dedicado a un huerto que cumple la función, por una parte, de educación y el fomento de una vida sana, y por otra, ayuda a proporcionar a los niños una alimentación saludable, que se suma al resto de actividades en este sentido.

No podemos olvidar que, si queremos prestar un servicio completo de asistencia social, los servicios sanitarios son una de las acciones más importantes. Por ese motivo, también se brinda atención médica dos veces por semana, tanto a los niños, como a sus familias. El equipo sanitario lo componen dos pediatras, que trabajan junto con un equipo de estudiantes de la Universidad UNIFEI (Universidad Federal de Itajubá). Por supuesto, el servicio es gratuito, para garantizar que todas las personas que se acercan a nosotras puedan recibir la atención y los cuidados que necesitan, independientemente de su capacidad económica.

Madre y Maestra. Hna. Janete de Fátima. Granja dos meninos. Itajubá. Minas Gerais. Hermandad Misionera de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. MSC

La necesaria financiación. Para ayudar a mantener el Centro de Apoyo, realizamos un ‘Bazar Benéfico’ todos los jueves. Recibimos donaciones de ropa usada que posteriormente la vendemos por un módico precio. Con todo lo recaudado ayudamos a las familias y contribuimos a las labores de mantenimiento. En estos momentos, tenemos una necesidad prioritaria, debemos organizar y renovar algunos espacios, entre ellos la cocina, tan necesaria para la asistencia que prestamos y el desarrollo de los talleres de capacitación para la independencia económica. A pesar de alguna de estas precariedades, trabajamos con muchísima ilusión, empeñadas en que estos niños y adolescentes salgan adelante y tengan la vida digna que se merecen. Con el mismo entusiasmo y actitud de nuestro fundador, hacemos nuestra su famosa frase: “Cuando Dios quiere una obra, los obstáculos son medios”.

Start typing and press Enter to search