El final es un inicio

Por: P. Benjamín Fernández, msc, y Paco Barros.

El Evangelio está lleno de momentos de aparente final y, sin embargo, se convierten en el inicio de algo maravillosamente grande: El más evidente es la muerte y resurrección de Jesús. Pasan momentos de desasosiego, decepción, miedo, pero algo mucho más grande les esperaba,… nos esperaba a toda la humanidad. También en las bodas de Caná, cuando el vino se acaba y el banquete estaba abocado a un estrepitoso fracaso, interviene María y logra que la boda la recuerden con agrado los novios, invitados y todos nosotros.

Madre y Maestra. Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Cerdedo-Cotobade (Pontevedra). Misioneros del Sagrado Corazón. MSC

Al finalizar el curso 202425, algo similar nos ha sucedido en la Comunidad Educativa del Colegio Sagrado Corazón de Pontevedra. Tras la marcha de los MSC y la llegada de la Fundación Educativa Jesuitinas, hubo dolor, incertidumbre, miedo, tristeza… Grande fue el legado evangélico y de vida entregado al colegio y a la ciudad de Pontevedra en 68 años de camino. Pero pasados ya unos meses tenemos que agradecer su valentía, su visión y, sobre todo, su amor a esta obra. Pero además de su trabajo en nuestro colegio, los MSC también han atendido pastoral y humanamente parroquias rurales de los ayuntamientos de Cerdedo-Cotobade y de A Estrada: Tenorio, Santa María de Sacos, San Jorge de Sacos, Rebordelo, Caroi, Corredoira, Carballedo, Loureiro, Borela, Tomonde y Sabucedo.

Las gentes de estas parroquias guardan en su corazón con mucho cariño todo lo vivido en este tiempo. Podríamos resumir su legado en una palabra: Cuidado. Han cuidado de la fe, de las personas, del patrimonio y de las tradiciones de los pueblos que han acompañado: los PP. Varela, Benjamín, Luís, Abel, Wifredo, Chema, Clemente, y los Hnos. Paulino y José Antonio.
Además, en la parroquia de Santa María de Sacos, desde el colegio hemos organizado durante años, pascuas juveniles, convivencias, caminatas… en estrecha colaboración con los vecinos, también diferentes iniciativas educativas.

Por otro lado, desde CerdedoCotobade se está promoviendo la Vía Mariana que va desde Portugal hasta Santiago de Compostela y Muxía. Y uno de sus hitos en dicha vía es Santa María de Sacos y su templo románico del siglo XIII, una auténtica joya del románico rural gallego.

Por estas razones los Misioneros del Sagrado Corazón y la Comunidad educativa del Sagrado hemos querido dejar una muestra tangible de nuestro paso pastoral por esas queridas tierras, donando una imagen de nuestro mejor tesoro: Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Dicha donación se hizo en una eucaristía presidida por D. Julio Cárdenas, párroco de Santa María de Sacos, con motivo de las fiestas del ‘Sagrado+’ en honor a Nuestra Señora del Sagrado Corazón. La entrega la hicieron alumnos de Bachillerato que leyeron unas emotivas palabras de recuerdo a los MSC y las gentes de todas las parroquias atendidas por ellos.

El domingo siguiente a la festividad de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, quien escribe y mi padre, Nicanor Barros, hicimos entrega de dicha imagen en el propio templo, dirigiendo unas breves palabras de agradecimiento a toda la parroquia y al Ayuntamiento.

Ojalá, a partir de ahora, los feligreses y peregrinos marianos acudan a Ella con confianza. Fue quien educó el corazón de su hijo y quien mejor conoce a Jesús. Seguro que atenderá con cariño y ternura las súplicas en los momentos más importantes de sus vidas, de todas las personas que la necesiten. Para nosotros, esta iniciativa ha sido de gran ayuda para pasar el duelo de la pérdida de la presencia de los MSC entre nosotros. Como dije al principio, en momentos difíciles aparece María para dar un nuevo sentido a todo.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Ruega por nosotros. Paco Barros


Ponerme a escribir sobre mi experiencia pastoral en Santa María de Sacos, parroquia rural, es recordar una de mis mejores experiencias como sacerdote. Aterricé allí sustituyendo a un compañero, el P. Abel, que por enfermedad tuvo que dejar su servicio. Aquella gente sencilla y muy cercana me enganchó. Allí estuve hasta que, también por enfermedad, tuve que dejarlo después de muchos años. Fue una de mis pérdidas en Galicia. También atendía otras dos parroquias, así que cada domingo era un periplo por las tres parroquias, que me llenaba de alegría. En Santa María de Sacos, sentía que era parte de la comunidad. Hombres y mujeres fieles a la Eucaristía dominical. Se crearon lazos de amistad con muchos de ellos.

Es una iglesia de mucho valor arquitectónico y junto con el alcalde, Jorge Cubela, fuimos capaces de que entrara dentro de los proyectos que la Xunta tenía con motivo de los años del XACOBEO. Hoy está restaurada y creo que es una maravilla. Mi enfermedad no me ha permitido ver cómo ha quedado, ni participar en su inauguración. Este largo periodo de servicio pastoral de los MSC ha concluido con la entrega de un imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, por iniciativa del Vicario. Una de las imágenes de nuestro antiguo colegio de Pontevedra, que presidió durante muchos, muchos años, una de las clases de educación infantil. Me alegra que, después de nuestra marcha de Pontevedra, una imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón quede en una de las parroquias en las que servimos. Ella acompañará mucho mejor que nosotros a esos sus hijos que un día conocieron este título de aquellos sacerdotes que prestaron su servicio entre ellos. Me alegro el poder escribir este agradecimiento todavía en medio de mi enfermedad. Yo también me encomiendo a Ella. Un abrazo fraterno para todos los feligreses. A algunos los siento como verdaderos amigos del alma. P. Benjamín Fernández, msc

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