Centro MSC para los pobres. CEPAGCO (Filipinas)
El objetivo principal del Centro MSC para los Pobres es el desarrollo de la comunidad local, desde la infancia y la juventud, a la creación de una red de ayuda a la comunidad en general.
El trabajo se basa en un sistema de becas para jóvenes en riesgo de exclusión social, proyectos de emprendimiento para los productores y un programa de formación continua sobre la conciencia ambiental, que nos cuenta el P. Rich Gómez, MSC de origen filipino.
Por: P. Rich Gómez, msc
La inmersión en la vida de la gente, especialmente de las personas con menos recursos, nos abre a las situaciones reales. Los proyectos son sólo vehículos hacia las soluciones. El papel del ‘Centro MSC para los Pobres’ es sólo facilitar, acompañar a la gente. Tenemos muy claro que no podemos resolver los problemas de los demás, sino que cuando se conocen los problemas, se puede conseguir el camino adecuado para crear las soluciones. Por ejemplo, solíamos resolver la mitigación del cambio climático, como la subida del nivel del mar que afecta a las personas que habitan numerosas pequeñas islas de la región, de forma industrial, creando diques de hormigón. Nos dimos cuenta de que, de esta manera, creamos más problemas en el futuro. Esto no son soluciones equilibradas para la población desde el punto de vista medioambiental o ecológico. Se supone que plantar más manglares es la mejor solución, aunque llevará tiempo, pero la naturaleza sabe lo que hace.
Codo con codo. Tanto desde el Centro como desde la comunidad se identifican las necesidades. Siempre en colaboración, dejamos que la comunidad exprese sus necesidades. Este es el proceso. Nunca les imponemos nuestro deseo. Por eso, aplicamos las mejores prácticas en nuestras zonas piloto o de demostración. Lo que funciona con nosotros puede no funcionar en su comunidad, de esta manera, respondemos a nuestras propias necesidades y al mismo tiempo ayudamos a los demás, porque ayudando a otras personas, nos ayudamos también a nosotros mismos.
Dejar huella. El Centro abrió formalmente sus puertas el último trimestre de 2018, en la ciudad filipina de Butuan, y fue recibido con una respuesta abrumadora por parte de la gente. Único en carácter y propósito, el Centro MSC para los Pobres es parte de la misión que los MSC tenemos en Filipinas. Queremos dejar una huella en la comunidad, mostrar a la gente estilos de vida alternativos. Este es un lugar donde podemos promover y hacer realidad nuestro compromiso MSC con el desarrollo total del ser humano, que conduce a la conversión del corazón. No es cuestión de hacer por hacer, sino de que los resultados dejen huella.
Cumplir sueños. Nuestro Programa de Becas tiene sus raíces en los más pobres y entre los pobres, los jóvenes desfavorecidos. Tenemos un único criterio para el alumnado becado: ‘¿Tienes sueños?’. Nosotros no podemos soñar por los demás y estos jóvenes tienen que ayudarse a sí mismos.
Mary Rose Castro es una de las jóvenes que han conseguido su sueño y lo dice abiertamente: “Yo tenía un sueño. El sueño de terminar mis estudios y conseguir un trabajo estable. La bondad y generosidad de Dios me envió al Centro MSC para los Pobres, un instrumento para ayudarme a cumplir mis sueños. No sólo eso, lo mejor de haber sido becada es que pude desarrollar también mi espiritualidad a través de la formación en valores y entenderme mejor a mí misma. Pero no todos los sueños se cumplen sin problemas. Viví el momento más bajo de mi vida cuando me enteré de que estaba embarazada. Mi vida se vio tan afectada que sufrí una depresión. Sentí que había fallado a todo el mundo. Creí que mi sueño se había acabado, hasta que hablé con los MSC en el Centro. Me sorprendió, muy gratamente, que el P. Richie siguiera dispuesto a ayudarme a terminar mis estudios. Con la bendición de Dios, pude terminarlos. Ahora trabajo como responsable de finanzas y administración del Centro MSC para los Pobres. El Centro me ha enseñado muchas cosas buenas”.
Por su parte, June Real Amor, antes de ser becado en el Centro, trabajaba como personal de servicio en un restaurante. “Gracias a la orientación del Centro, que reconoció mi formación en contabilidad, me proporcionó orientación y aliento, haciéndome ver mi capacidad para gestionar las finanzas. El entorno de apoyo desempeñó un papel crucial en el desarrollo de mis habilidades y en la formación de mi mentalidad. Me gradué en 2022. Mi orgullo por este logro va unido a mi gratitud a las personas que formaron parte del programa. Ahora tengo la oportunidad de trabajar como personal de administración y contabilidad del centro. Además, ofrezco a mis compañeros ideas y orientación basadas en las lecciones que he aprendido. La oportunidad de contribuir a la misión del Centro es una fuente de satisfacción”.
Prosperidad local. Por ese afán de dejar huella en la comunidad y de mostrar modos de vida alternativos que, a la larga, sean beneficiosos para las personas, desarrollamos actividades y programas de concienciación medioambiental, empresa social, gestión cero de residuos, hasta de ‘Cocina para la Vida’… Tenemos voluntarios de todas las profesiones y condiciones sociales: educadores, médicos, agricultores, ambientalistas, ingenieros, arquitectos, artistas… incluso, políticos, que apoyan al Centro cada vez que pedimos ayuda para un determinado proyecto. Son nuestros Socios Laicos en Misión, ‘Guerreros de Oración’. Incluso de otras religiones.
Con el tiempo, alumbró un movimiento cooperativo agrícola, que comenzó en 2020, y que llamamos MSC-Cooperativa Agrícola Centro para los Pobres (MSC-CEPAGCO). Me enorgullece decir que hace unos meses fue galardonada como la Organización de la Sociedad Civil (OSC) más destacada del país. Nuestro siguiente paso es formar un equipo que crea en la misión. Ofrecemos productos locales y ecológicos elaborados por nuestros propios cooperativistas, agricultores y pescadores. Traen los productos al Centro y se venden a un precio justo, como miel, té, condimentos ecológicos, arroz, pescado, frutas, verduras… Se trata de un gran salto comercial para los sectores locales. Nos esforzamos al máximo para ofrecer toda la ayuda posible a todos los agricultores que acudan al Centro.
Un ejemplo es Angelo Itoriaga. Hace dos años, quiso montar un pequeño negocio en su localidad. Sin ninguna idea y con un capital limitado, no se le ocurría nada que pudiera ayudar a su familia. Un día, mientras paseaba por el mercado, se detuvo delante de él un camión cargado de pescado seco, la gente empezó a abalanzarse sobre él para comprar. Vio ahí la oportunidad de negocio que buscaba. Pronto, estableció su pequeño negocio y, con la ayuda del Centro, pudo ampliar su mercado a otros lugares. La esperanza del Centro es que pueda tener éxito con su pequeño negocio. Angelo sólo quería dar una vida mejor a su familia, pero gracias a su determinación y perseverancia, pudo darles más que eso. El Centro desea poder ayudar a más Angelos que sueñan con una vida mejor para sus familias. Como decimos aquí: “Esto no es solamente caridad. Esto también es emprendimiento, que ayuda a la gente a salir de la pobreza”.
El medioambiente. Como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de las comunidades, además del apoyo empresarial, se imparte también formación sobre cultivos, agricultura ecológica, procesos sostenibles, seguridad alimenticia, …
Otro de los proyectos con un gran impacto en las comunidades es el ‘Proceso BOKASHI’, sobre gestión ambiental y basura cero, para la creación de abono y fertilizantes. Se trata de un proceso muy eficaz que consiste en mezclar microorganismos con residuos orgánicos procedentes de alimentos, con el que se consiguen abonos potentes y baratos. El impacto es doble sobre el medioambiente, puesto que se reduce el volumen de basura, a la vez que se elimina la utilización de productos químicos en fertilizantes.
Con vistas al futuro. Hemos creado un Museo Viviente de Árboles Indígenas, para preservar las especies autóctonas. Con suerte, dentro de 10-20 años, estaremos produciendo semillas de variedades originariamente filipinas. Gracias a esto, podemos establecer una ‘Biblioteca de Semillas’ de especies propias y reforestar con ellas.
El futuro del Centro MSC para los Pobres se dirige al Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA) y Gestión de Residuos Cero como nuestro programa insignia. Estamos priorizando la seguridad alimentaria, las campañas de reforestación y la lucha contra los residuos plásticos. Nuestra prioridad es crear instalaciones de procesamiento de alimentos en la comunidad que dignifiquen los productos autóctonos de los agricultores, que protejan los derechos de los agricultores y de los pueblos indígenas. Podemos hacerlo ampliando nuestro funcionamiento como cooperativa, colaborando todos juntos.