Tutti, tutti, tutti

«También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos». (Mt 13,47-48)

Javier Trapero @trapiscolaviski
Correo electrónico: comunicacion@misacores.org.

 

… ‘todos, todos, todos’; ‘tous, tous, tous’; ‘everyone, everyone, everyone’… en italiano, español, francés e inglés, el estribillo del himno del pasado Jubileo de los Misioneros Digitales nos recordó, en varios idiomas, que también en el mundo digital las actitudes y el mensaje de Cristo deben ser los mismos. Esta expresión del Papa Francisco se ha convertido en una de las mejores de su legado. “Todos. Todos. Todos. En la Iglesia hay lugar para todos”. Si las actitudes integradoras en el mundo físico son necesarias, para ver en las demás personas el rostro de Cristo, mucho más importante es tenerlas presentes en el mundo digital, ya que el anonimato de redes sociales y medios de internet hacen más sencillo que algunas personas rechacen a otras, lo que en el ambiente digital se llama ‘haters’, literalmente ‘odiadores’. ¡Uf!, en español suena más duro que dicho en inglés.

Además, el himno de los misioneros digitales comienza con la primera frase que el papa León XIV dijo desde el balcón de la Plaza de San Pedro tras ser elegido Papa: “La Pace sea con tutti voi” (La Paz sea con todos vosotros). De nuevo, ‘tutti, tutti, tutti’.

Tras la misa de los ‘peregrinos digitales’, León XIV nos hacía un llamado: “vayan a reparar las redes” […] “Redes que abran espacio al otro, más que a sí mismos, donde ninguna ‘burbuja de filtros’ pueda apagar la voz de los más débiles. Redes que liberen, redes que salven”.

«También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos». (Mt 13,4748).

A mi vuelta de Roma, esta lectura, que habla de una red que recoge a todas las especies, me choca con el entusiasmo con el que se grita el ‘tutti, tutti, tutti’, pues dice que algunos peces serán tirados. ¿Para qué recogerlos a todos, todos, todos, si luego pueden ser tirados? Cuando pensamos en la inclusión del ‘todos, todos, todos’, nos solemos acordar de las minorías excluidas por no ser moralmente aceptables, excluidas por la sociedad o, incluso, por algunos miembros de la propia Iglesia. Por eso, me choca ese ‘todos’ que tantos gritamos, pero que muchos otros no quieren gritar.

Como en tantas otras ocasiones, acudo al P. Chema que le da luz a lo que parece un contrasentido y me dice: “Los que se desechan son los que no sirven para el ‘Reino de los Cielos’, no los considerados moralmente malos”, me dice. Entonces, ¿quizás, quienes pretenden excluir y no dejar que algunos peces entren en la red, sean esos los que no sirven para el ‘Reino de los Cielos’ y los que serán tirados, en lugar de aquellos a los que no consideran ‘moralmente buenos’?

Foto: www.freepik.com

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